lunes, 13 de agosto de 2012

11/8 Hebrón


¡Hola!

Salimos temprano de Belén para poder aprovechar el día en Hebrón. Como es costumbre ya, en el taxi compartido conocimos a un habitante de Hebrón, que nos contó lo importante que teníamos que visitar y un poco sobre la ciudad. Hebrón es la ciudad más grande del West Bank. En ella viven unos 150.000 palestinos. Sin duda, es la ciudad donde el conflicto se vive más cerca. La situación es prácticamente insostenible.

Zoco de Hebrón

El sitio religioso e histórico más importante de la ciudad es la llamada Tumba de los Patriarcas, que es mitad mezquita y mitad sinagoga. El sitio es considerado sagrado por las tres principales religiones abrahámicas: el judaísmo, el cristianismo y el islam. Según el Génesis, es una cueva que compró Abraham para enterrar a su esposa Sara. Los judíos creen que Abraham, Sara, Isaac, Rebeca, Jacob y Lea están enterrados en la cueva, considerada el segundo lugar más sagrado del judaísmo. Más adelante hablaremos de este templo.


Cuando nos bajamos, comenzamos a caminar. Se ve una ciudad algo más moderna que Nablus, con muchísimo comercio. Estos últimos días de Ramadán hace que la gente esté todo el día comprando cosas. Llegamos al Zoco, parecido al resto de ciudades de la zona. Cuando llegamos al final del Zoco, vimos una de esas cosas que habíamos oído, pero hasta que no lo ves, no lo crees. Los palestinos habían colocado una alambrada encima de los puestecillos porque los colonos judíos que han ocupado los pisos superiores les arrojan la basura y les tiran piedras a la calle. Si te fijabas, había pidras, trozos de cristales, botellas... Para evitar la alambrada, ahora les tiran el agua sucia.

Cuando estábamos mirando, se nos acercó un palestino que vivía allí y nos invitó a conocer su calle y su casa. Lo que nos contó a continuación da mucho que pensar.

Malla de protección en las calles

Malla de protección
Malla de protección con basura y bandera israelí arriba
Junto a los 150.000 palestinos de Hebrón, viven unos 400 colonos judíos, acompañados por 200 soldados del ejército israelí para protegerles (ojo a la relación colono/soldado). A diferencia de otros asentamientos judíos, estos están en mitad de la ciudad. Su intención es que los 150.000 palestinos abandonen la ciudad, y, como vais a ver, hacen todo lo posible para conseguirlo.

El acoso a los palestinos es insufrible. Todo lo que os podais imaginar. Nos contó este chico que el ejército les cierra las calles, las casas y los comercios para dárselos a los nuevos colonos. Para que no puedan volver, los colonos les tiran la basura desde arriba. Así hacen con tres o cuatro calles hasta que consiguen una zona en la que emplazar el asentamiento. Así, las casas de los palestinos y de los israelíes están pegadas (y se diferencian bien por la bandera). Si es necesario, también los echan de los colegios para convertirlos en colegios israelíes.

Calle cerrada por el ejército israelí, con los negocios cerrados y basura
Cerradura de un comercio soldada por el ejército israelí
Tras invitarnos a conocer la casa, a su mujer y a sus tres niñas, subimos al tejado de la casa. Desde ahí podíamos ver todo lo que nos había contado. En los tejados de las casas contiguas se veía la presencia de soldados del ejército israelí. Uno puede pensar en un soldado de uniforme. No. Son militares cargados de chalecos antibalas, casco, redes de camuflaje, y sobre todo un rifle de un tamaño que impresiona lo que no os podéis imaginar. Los militares no tienen más edad que yo. Cuando estábamos en el tejado nos miraban. Me pregunto qué pensarían.

Estos militares tienen unos puestos de vigilancia que dan a la calle, así que mientras vas paseando por las calles del Zoco, los militares van paseando por los tejados. Además está todo lleno de cámaras del ejército israelí.

Soldados en los tejados

Soldados en los tejados y puesto de vigilancia




















Nos invitó a té, así que nos quedamos en el salón un rato. Mientras, nos contó cómo fue la última vez que el ejército tomó una calle. De buenas a primeras, unos cincuenta soldados israelíes armados irrumpen en una de las calles comercios. Es de día, hay turistas en la calle, gente comprando... Obligan al comerciante a cerrar su tienda. Como es lógico, los palestinos intentan luchar por su negocio, pero los militares los detienen entre varios y los llevan a su cuartel. Aquí me acordaba de aquello de que este conflicto se puede resumir en "piedras contra balas". Los palestinos, se defendían a empujones... Pero claro, el ejército Israelí es de los más grandes del mundo. Qué van a hacer...

Una vez consiguen "tomar" la calle, un soldado suelda la cerradura del local, que se cierra con unas puertas de chapa metálica, para que no puedan volver a abrirlo. Todo esto que nos contó, nos lo enseñó en un video. Se ve todo: cómo llegan los militares, cómo detienen a los comerciantes, cómo sueldan la cerradura... Es la misma calle donde estaba yo. Lo grabé y aquí os lo pongo para que podais verlo. Aviso que es duro. (Empieza justo cuando los soldados llegan al comercio)



Depósitos de agua con disparos de bala
El hombre nos contaba que los acuíferos, estén en zona palestina o israelí, sólo pertenecen a Israel, y les ceden a los palestinos una horas de agua al mes (no se en Nablus, en Belén eran unas ¡seis horas al mes!). Es por eso que todas las casas tienen depósitos de agua en los tejados. Es normal en Hebrón que los militares disparen a estos depósitos con el fin de que los palestinos no dispongan de agua en sus casas. Como veis en la foto, en su casa no iba a ser menos. Nos contó muchas historias de estas. Hasta habían metido serpientes por las ventanas de las casas palestinas. Mientras, en la casa de en frente, se veía una familia de colonos, también con sus niños pequeños.



El chico que nos recibe en su casa va de amarillo en el video y se ve cómo es capturado por el ejército, que lo tuvo retenido un mes. Antes, había estado seis años en prisión detenido por el ejército israelí y tiene varias heridas de bala. Nos quedamos muy impactados porque mientras nos contaba esto, su mujer cuidaba de las tres niñas en la casa, y la situación en Hebrón no parece que vaya a mejorar. Más bien lo contrario.

Casa de la familia palestina

Seguimos paseando hasta llegar a la Tumba de los Patriarcas, para los judíos, o Mezquita de Ibrahim, para los musulmanes.. Esta mezquita y sinagoga, que se encuentran dentro del mismo templo, está separada por un muro y tiene dos entradas diferentes. El 25 de febrero de 1994, Baruch Goldstein, un médico judío ortodoxo y fundamentalista sionista, entró a la mezquita con varias granadas, un rifle M-16 y varios cargadores, y disparó indiscriminadamente hacia los fieles, asesinando a 29 palestinos e hiriendo a más de 120. Cuando se le acabó la munición, él también fue asesinado a golpes por los supervivientes.

Por ello, hay muchísima seguridad alrededor... del ejército israelí, claro. Para acceder tienes que pasar un pequeño Check Point, y a los musulmanes que entran a rezar les registran y les hacen pasar por un detector de metales.
Chek Point previo a la entrada

Control de seguridad previo a la entrada

Cuando paseas un rato por allí, lo único que haces es preguntarte cómo puede darse esa situación. Cómo puede venir gente de fuera a echar a los palestinos de sus casas, de la ciudad donde han vivido cientos de años, sin que tengan derecho a rechistar. Cómo se puede usar el único pretexto de que hace 2000 años esta tierra fue suya, que es un derecho del pueblo judío o que, como opinan las ramas más radicales del sionismo religioso, para la llegada del Mesías es imprescindible que el pueblo judío recupere todos los territorios de la tierra prometida. Estos es de locos. Cómo puede hacerlo justo un pueblo, como es el judío, que en la Segunda Guerra Mundial se vio en la misma situación. Y cómo puede la comunidad internacional permanecer impasible ante todo lo que pasa aquí.  Pero sobre todo, qué harías si esto te pasase a tí.

Soldado israelí cerca de la Mezquita de Ibrahim

Mezquita de Ibrahim

Seguimos paseando pero la verdad es que ver esto te deja muy impactado. Para terminar la visita con mejor sabor de boca, visitamos una de las únicas fábricas de Kefiah (el pañuelo típico palestino) que quedan en el West Bank. Fue curioso. Aquí la gente las lleva mucho.

Fábrica de Kefiah

Volvimos para Nablus con una sensación muy extraña. Cuesta un tiempo digerir ver eso. Eso sí, echamos de menos Nablus. Con lo tranquilita que es...

4 comentarios:

  1. Qué buena idea la del blog Jose! A ver si nos vemos y cuentas en persona.. mientras, "disfruta" y sigue empapándote!
    Abrazo!

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  2. Increible pero cierto, cuanto para meditar y agradecer el pais y la ciudad en la que vivimos, besos Fco y Maria Jose

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  3. ¡Qué horror lo de las serpientes!!!

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  4. Muy buen blog Jose! Impactante lo que cuentas.... y nos contarás a la vuelta!

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